- La Universidad Católica de la Santísima Concepción inauguró la primera planta de hidrógeno verde en una universidad chilena, destacándose en la investigación aplicada y la formación de capital humano en energías renovables.
La Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) realizó un gran avance en el ámbito de las energías renovables al presentar la primera planta de hidrógeno verde en una universidad chilena. Esta infraestructura, impulsada por el Centro de Energía de la UCSC, marca un hito en la Región del Biobío y posiciona a Chile a la vanguardia en el desarrollo de tecnologías limpias esenciales para la descarbonización del país hacia 2050.
En la ceremonia de inauguración, la prorrectora de la UCSC, Dra. Ana Narváez, destacó la relevancia de esta planta para la validación de tecnologías y procesos en la cadena de valor del hidrógeno. “La infraestructura que estamos inaugurando será un importante aporte para la validación de las tecnologías y los procesos en la cadena de valor de hidrógeno, para facilitar y acelerar el desarrollo de tecnologías de aplicación industrial. Es también una oportunidad de desarrollo tecnológico en Chile para la industria nacional, pues permite el uso de infraestructura de investigación aplicada para el desarrollo de soluciones de la industria, así como la formación de capital humano”, afirmó.
Este proyecto, financiado por el Gobierno Regional del Biobío, no solo permitirá la producción eficiente de hidrógeno verde, sino que también servirá como una plataforma para la investigación aplicada. El Gobernador (s) del Biobío, Iván Valenzuela, expresó su satisfacción con el avance y proyección de la iniciativa. “Somos una Región que tiene una mezcla virtuosa con el ADN industrial y las capacidades para generar capital humano con su desarrollado ecosistema de educación superior. Este proyecto, realizado por personas de la Región, nos pone en la vanguardia en la generación de energías renovables no convencionales, situación que es una oportunidad para desarrollar procesos industriales más sustentables”, comentó Valenzuela.
La seremi de Energía, Daniela Espinoza, también destacó la importancia de este proyecto, señalando su evolución desde una idea hasta su materialización. “Esta es una iniciativa que he acompañado desde un inicio. La conocí cuando era solo una idea, y hoy, al ver la planta de hidrógeno verde de la Universidad Católica de la Santísima Concepción materializada en el contexto del Centro de Energía de la UCSC, corroboramos que es una apuesta concreta hacia el desarrollo y la innovación en materia energética”, añadió Espinoza.
La planta de hidrógeno verde de la UCSC, equipada con cuatro electrolizadores tipo AEM, genera hidrógeno a 35 bar utilizando energía renovable proveniente de paneles fotovoltaicos. El Dr. Ricardo Lizana, Director del Centro de Energía UCSC, explicó las tres principales aplicaciones del hidrógeno verde producido: la producción de combustibles sintéticos para aviación, la generación de electricidad para respaldar la red eléctrica y el almacenamiento en celdas de combustible para grúas horquillas. “Tenemos tres líneas de uso para el hidrógeno verde. Una de ellas consiste en inyectar el hidrógeno a nuestros laboratorios para seguir produciendo combustibles sintéticos para aviación (SAF); la segunda línea, es comprimir el hidrógeno y usarlo en unidades para producir electricidad (a partir del hidrógeno), para luego dar respaldo a la red eléctrica, que permita el ingreso de más energía renovable sin perder la estabilidad del suministro eléctrico; y la tercera, es almacenar el hidrógeno en celdas de combustible en grúas horquillas, que nos permita validar el uso de este vector energético en este tipo de vehículos que son transversales en la industria nacional e internacional, aportando directamente a la descarbonización”, detalló Lizana.
Con esta infraestructura, la UCSC se posiciona como un referente en la implementación de tecnologías de energías renovables, asegurando que tanto la Región del Biobío como Chile estén preparados para enfrentar los desafíos de la transición energética global. La planta no solo permitirá la investigación aplicada y la validación de tecnologías a nivel local, sino que también contribuirá significativamente a la formación de capital humano esencial para la nueva industria del hidrógeno verde