- Kamala Harris propuso la creación de una reserva nacional de minerales críticos, respaldada por una inversión de $100 mil millones, para fortalecer las cadenas de suministro y reducir la dependencia de China.
Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos y candidata presidencial, anunció recientemente un ambicioso plan para crear una reserva nacional de minerales críticos, clave para sectores estratégicos como el de las baterías y los sistemas de defensa. Este proyecto forma parte de una propuesta industrial más amplia, valorada en $100 mil millones, diseñada para asegurar el acceso a recursos esenciales y reducir la dependencia de China, país que actualmente domina la producción global de muchos minerales estratégicos.
El anuncio se produjo en el contexto de una creciente preocupación por la vulnerabilidad de las cadenas de suministro de minerales, exacerbada por la pandemia y las tensiones geopolíticas. “El aumento de la producción nacional se combinará con medidas innovadoras y sostenibles para construir cadenas de suministro de minerales críticos más sólidas junto con nuestros aliados y socios, incluso incentivando inversiones que amplíen la producción estadounidense y aliada de estos recursos”, declaró la campaña de Harris.
El plan también contempla el uso de la Ley de Producción de Defensa, una normativa de la Guerra Fría, que otorga al gobierno la capacidad de priorizar la producción y procesamiento de materiales esenciales para la seguridad nacional. Esta ley ha sido utilizada en situaciones de emergencia para garantizar el abastecimiento de productos clave, y Harris propone aplicarla para impulsar el procesamiento interno de minerales críticos como el litio, el cobalto y el antimonio.
Contexto global y rol de China
Los minerales críticos son insumos claves para la producción de tecnologías avanzadas, desde vehículos eléctricos hasta misiles guiados. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, hay decenas de minerales que se consideran críticos para la economía, debido a su importancia estratégica y el riesgo de interrupciones en su suministro. La posición dominante de China en la producción y refinación de estos minerales ha generado preocupación en las economías occidentales. En particular, el Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre Competencia Estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista Chino ha advertido sobre el uso de su control sobre las cadenas de suministro de minerales críticos como arma económica.
Este comité recomendó la creación de una reserva de minerales críticos para “aislar a los productores estadounidenses de la volatilidad de los precios” y proteger la industria local frente a la influencia de China. Además, el comité abogó por destinar mil millones de dólares a la ampliación de la Reserva de Defensa Nacional, un inventario existente de minerales críticos que actualmente administra el Departamento de Defensa para situaciones de emergencia en las industrias clave.
Impacto en el sector minero
La propuesta de Harris podría tener un impacto directo en la industria minera estadounidense, incentivando la exploración y el procesamiento de minerales dentro del país. A largo plazo, la idea es reducir la dependencia de las importaciones de estos minerales, gran parte de las cuales provienen de China, y promover el desarrollo de tecnologías más limpias y sostenibles para su extracción y procesamiento.
Los críticos señalan que la iniciativa, aunque ambiciosa, enfrenta desafíos. El desarrollo de nuevas minas y plantas de procesamiento en EE.UU. puede tardar años en implementarse, debido a las regulaciones ambientales y las dificultades logísticas que enfrenta el sector. Además, la dependencia actual de los minerales procesadores en China no se resolverá de la noche a la mañana, lo que plantea interrogantes sobre la viabilidad a corto plazo de la propuesta.
Estrategia de alianzas
Una parte clave de la estrategia de Harris es fortalecer las alianzas con otros países para asegurar el suministro de minerales. Canadá, Australia y varios países de América Latina son importantes productores de minerales como el litio, y podrían ser aliados clave en la diversificación de las fuentes de suministro. En los últimos años, se han intensificado las discusiones sobre acuerdos de libre comercio y cooperación en el sector minero para contrarrestar el poder de China en esta área.
El plan de Harris destaca la importancia de una producción minera sostenible, promoviendo incentivos para que las empresas estadounidenses inviertan en tecnologías más limpias que reduzcan el impacto ambiental de la minería. Esto es fundamental en el contexto actual, donde la presión pública y las normativas ambientales juegan un papel crucial en el desarrollo de proyectos mineros.