- La compra del 10% de Quebrada Blanca por Codelco, vista como una decisión estratégica para consolidar la presencia estatal en minería, ha despertado críticas en el Congreso, exigiendo mayor claridad sobre los términos de la transacción.
La adquisición por parte de Codelco del 10% de la mina Quebrada Blanca por un monto de US$ 520 millones sigue provocando cuestionamientos en diversos sectores. Aunque la estatal chilena considera esta operación como parte de una estrategia para asegurar la participación del Estado en el yacimiento, las críticas han surgido respecto a la transparencia y los términos de la transacción.
El presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, defendió la operación ante la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados, describiéndola como un acuerdo beneficioso tanto para Codelco como para Enami. Según Pacheco, el precio pagado se encuentra en condiciones de mercado y fue negociado bajo un pacto accionario que facilita la venta directa entre empresas estatales. La operación, según Pacheco, busca robustecer financieramente a Enami, que utilizará los fondos para potenciar su rol de fomento a la pequeña y mediana minería.
“La transacción de US$ 520 millones es justa y dentro de las condiciones de mercado”, aseguró Pacheco, destacando la celeridad con la que se concretó el acuerdo. El ejecutivo también resaltó que este acuerdo está alineado con los planes de expansión y consolidación de Codelco en el contexto global del cobre.
El convenio de colaboración entre Codelco y Enami no solo se limita a la transacción financiera. Ambas partes han acordado evaluar otras áreas de cooperación, como la transferencia de propiedades mineras, el tratamiento de subproductos y residuos, proyectos relacionados con ácido sulfúrico, exploración de litio, y el fortalecimiento de la capacidad operativa de Enami. Estos esfuerzos, aseguran desde ambas compañías, permitirán optimizar los recursos de cada entidad y fortalecer la posición de Chile como líder mundial en la producción de cobre.
Detalles financieros y estructura del acuerdo
El pago por la adquisición se dividirá en dos partes: un primer desembolso de US$ 182 millones al firmar el contrato, y un saldo por US$ 338 millones que deberá pagarse dentro de los 120 días posteriores, una vez verificados ciertos hitos relacionados con la transacción. Pacheco subrayó que el proceso fue minucioso, y contó con la asesoría de Banchile-Citi para Codelco, y de BTG Pactual para Enami, lo que garantiza la transparencia y legalidad del acuerdo.
La venta es vista como un movimiento estratégico en el plan de estabilización financiera de Enami. Aurora Williams, ministra de Minería, y el vicepresidente ejecutivo de Enami, Iván Mlynarz, han sido enfáticos en destacar la importancia de la transacción para que la estatal pueda reenfocar sus esfuerzos en su rol de apoyo a la pequeña y mediana minería.
Críticas en el Congreso
Sin embargo, no todos ven con buenos ojos esta transacción. En la sesión de la Cámara de Diputados, Jorge Riesco, presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), criticó el acuerdo entre las dos empresas estatales, calificando la venta como una “enajenación” de activos estratégicos para beneficiar únicamente a Codelco. Riesco pidió a los legisladores que se investigue a fondo cómo se estructuró el acuerdo, sugiriendo que Codelco podría estar actuando en detrimento de otros intereses nacionales.
A su vez, el diputado Cristián Tapia, representante de la Región de Atacama, solicitó mayor claridad sobre el origen de los fondos utilizados para financiar la compra, y los pagos a las instituciones bancarias que respaldaron la operación. Tapia también expresó preocupación sobre cómo Enami planea utilizar los recursos obtenidos a través de la venta, y qué impacto tendrá en su capacidad operativa.
El potencial de Quebrada Blanca
Quebrada Blanca es uno de los yacimientos de cobre más importantes a nivel global, con una base de recursos estimada en 10.000 millones de toneladas de mineral con una ley de cobre de 0,38%. En su segunda fase de desarrollo, la mina se posicionará como una de las 20 principales productoras de cobre del mundo, con la capacidad de convertirse en el sexto mayor productor de Chile, después de yacimientos como Escondida y El Teniente.