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- El Sindicato Lumina de Mina Caserones intensificó su huelga, situando estratégicamente su campamento en un acceso privado autorizado por comunidades indígenas, mientras que la empresa ha tomado acciones legales y sigue defendiendo su propuesta de negociación.
La huelga legal en Minera Caserones, liderada por el Sindicato Lumina, que reúne a 270 trabajadores, ha escalado a una situación tensa. A tres kilómetros de la garita principal de la mina, los trabajadores instalaron el campamento sindical, aseguran que en un acceso privado, autorizado por las comunidades indígenas locales. Según el presidente del sindicato, Marco García Barraza, esta ubicación fue elegida para no interferir con el tráfico normal, aunque la compañía ha recomendado evitar el área por motivos de seguridad.
García Barraza asegura que el sindicato no ha impedido el tráfico normal de vehículos, pero subraya que “el tema de abastecimiento de la minera solamente se recomienda evitar por seguridad cualquier tipo de ingreso, ya que no podemos controlar a todas las masas”. El presidente del sindicato también expresó su frustración ante la falta de respuestas de la empresa a las demandas presentadas por los trabajadores, quienes asegura,. han reducido sus pretensiones en múltiples ocasiones. “Nos sentimos en cierto modo un poco discriminados”, señaló, añadiendo que la última oferta de la compañía fue similar a la que ingresó al Sindicato N° 1 en abril, con un incremento del 4% en el contrato colectivo.
Sin embargo, la propuesta de la empresa, que incluye un aumento del sueldo base real del 2,5% y bonos por condiciones de cierre de $18.500.000 líquidos, además de otros beneficios, no ha logrado satisfacer las expectativas de los trabajadores. El sindicato solicita $24,5 millones para poner fin al conflicto, un reajuste del 2,7%, la no desvinculación de trabajadores durante seis meses y el pago íntegro de las remuneraciones durante la huelga.
En contraste, la Dirección de Recursos Humanos de Caserones emitió un comunicado sobre acciones legales contra el sindicato y sus dirigentes, alegando bloqueos en la ruta de acceso a la faena que han impedido el libre tránsito de los trabajadores no movilizados y afectados a contratistas. . Estos bloqueos, según la empresa, obligaron a algunos trabajadores a caminar hasta 4 kilómetros para poder abordar otros autobuses y descender a sus tiempos de descanso. La empresa considera que su propuesta es “responsable con la realidad de un yacimiento” como Caserones, que produce 130 mil toneladas anuales de cobre con una ley de mineral de 0,38%, comparativamente baja frente a minas.
La situación en medio del conflicto es de desconfianza y confrontación. El sindicato critica lo que considera una “errática e improvisada conducción de la empresa”, acusándola de desviar la atención con legalidad en lugar de buscar un acuerdo para poner fin a la huelga. García Barraza sostiene que la compañía, a pesar de los “grandes resultados económicos y grandes negocios mineros”, no ha sido capaz de compartir esas ganancias con los trabajadores.
La falta de avances en las negociaciones ha dejado a los trabajadores y a la empresa en un punto muerto, mientras ambas partes se preparan para lo que parece ser una huelga prolongada. El sindicato ha hecho un llamado a sus miembros a no caer en provocaciones ya mantenerse firmes, mientras que la empresa sigue apostando por su propuesta como la solución adecuada a la situación.
