- Con el aumento de la automatización y los robots en entornos industriales, la seguridad se ha vuelto un tema central. Soluciones tecnológicas como cerramientos y sensores de seguridad buscan proteger tanto a los trabajadores como a la infraestructura en este nuevo escenario.
El avance de la automatización ha llevado a una revolución en los procesos industriales. La eficiencia y precisión que aportan los robots han transformado fábricas y minas, permitiendo a las empresas alcanzar niveles de producción inéditos. Sin embargo, este aumento en la automatización conlleva un desafío crítico: la protección de los trabajadores que interactúan diariamente con estas máquinas.
De acuerdo con un informe de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), los golpes y caídas representan un 40% de los accidentes laborales en Chile, con impactos significativos en la productividad y el bienestar de los trabajadores. Fausto Tanzella, representante de Transworld, empresa especializada en entregar soluciones integrales para la protección de personas, máquinas y procesos productivos, destaca la importancia de la seguridad en estos nuevos entornos automatizados: “La automatización es un gran avance, pero también conlleva una mayor responsabilidad para garantizar la seguridad de quienes interactúan con ella”.
Tanzella comenta que los cerramientos de seguridad, las barreras físicas y digitales, y los sistemas de sensores juegan un papel crucial en la protección de los empleados. Estas soluciones no solo funcionan como barreras entre los operadores y los robots, sino como mecanismos que aseguran que la producción se realice sin comprometer la integridad de los trabajadores. “Soluciones como los cerramientos de seguridad no son solo barreras; son verdaderos guardianes silenciosos que aseguran que cada trabajador regrese sano a casa al final del día”, añade.
Uno de los avances más recientes en esta materia es la tecnología colaborativa, que permite a los robots trabajar de manera segura junto a los humanos. Esta tecnología se ha aplicado en sectores como la manufactura y la industria minera, donde la precisión y fuerza de los robots son clave. Sin embargo, la colaboración entre humanos y robots introduce riesgos adicionales. Por ello, sistemas como los sensores de proximidad y los mecanismos de parada automática ante contacto no deseado se han vuelto indispensables.
“Es crucial que las empresas realicen evaluaciones de riesgos adecuadas para garantizar que la automatización no se convierta en un peligro”, comenta Tanzella. Para él, la instalación de cerramientos y sistemas de seguridad debe ser parte del diseño inicial de los procesos productivos, no una medida secundaria. Esto incluye tanto la capacitación de los trabajadores como el mantenimiento constante de los equipos de seguridad.
En la minería, donde la automatización ha crecido exponencialmente en los últimos años, estos sistemas son particularmente relevantes. Los robots pueden operar en áreas de alto riesgo, pero los sensores y cerramientos deben estar en su lugar para evitar accidentes relacionados con la maquinaria en movimiento. Lo mismo ocurre en la industria fabricante, donde las líneas de ensamblaje automatizadas requieren protección para quienes trabajan cerca de robots y máquinas de gran velocidad.
Tanzella concluye: “Implementar un sistema de seguridad efectivo implica mucho más que instalar barreras. Requieren una evaluación de riesgos, un diseño adecuado, la capacitación de los trabajadores y un mantenimiento constante. Solo así podemos asegurar que la automatización industrial siga siendo un avance que beneficia tanto a la productividad como a la seguridad de los trabajadores” .