- El proyecto hidroeléctrico Los Lagos, de la empresa estatal noruega Statkraft, enfrenta sobrecostos millonarios y retrasos por la demora del Consejo de Monumentos Nacionales en completar la consulta indígena, lo que podría detener su operación por varios años.
La empresa noruega Statkraft, que invierte en energías renovables en Chile, enfrenta un panorama complejo debido a la demora del Consejo de Monumentos Nacionales en otorgar los permisos necesarios tras hallazgos arqueológicos en su proyecto hidroeléctrico Los Lagos. A pesar de que la central tiene un avance del 96%, la falta de autorización para operar podría aplazar el inicio de su actividad hasta 2028, generando sobrecostos que superan los US$50 millones en una inversión original de US$173 millones.
El proyecto Los Lagos, que debía comenzar a inyectar energía en 2022, tiene una capacidad de 52 MW y es una obra clave dentro de la estrategia de crecimiento de Statkraft en energías renovables en Chile. Se ubica en las comunas de Río Bueno y Puyehue, utilizando las aguas del río Pilmaiquén. No obstante, la empresa enfrenta un problema inusual: a pesar de tener casi toda la infraestructura lista, no podrá operar hasta que se finalice la consulta indígena exigida por la Tercera Sala de la Corte Suprema en 2020.
Un obstáculo inesperado
El origen del retraso está en los hallazgos arqueológicos encontrados durante la construcción, que incluyen fragmentos cerámicos y piedras talladas de menos de 4 centímetros de diámetro. Estos hallazgos llevaron al Consejo de Monumentos Nacionales a solicitar una consulta indígena, que aún se encuentra en su primera etapa. María Teresa González, CEO de Statkraft Chile, ha expresado su preocupación ante la burocracia estatal que frena el avance del proyecto, destacando que ya se han cumplido 36 meses desde la orden judicial sin avances concretos.
Los costos de esta demora son significativos. Según la ejecutiva, la incertidumbre generada por la lenta respuesta de las instituciones chilenas no solo afecta a este proyecto, sino también a la confianza del directorio global de Statkraft para futuras inversiones en el país. La empresa tiene una cartera de proyectos renovables en Chile que suman una capacidad de 2.050 MW y una inversión proyectada de US$1.000 millones. Sin embargo, el retraso en la operación de Los Lagos pone en duda la viabilidad de otros desarrollos.
Este caso es la primera vez que se aplica una consulta indígena a un proyecto en construcción en Chile y, además, es la primera que debe llevar a cabo el Consejo de Monumentos Nacionales. Originalmente, el organismo consultó al Ministerio de Desarrollo Social si era necesario realizar la consulta, obteniendo una respuesta negativa. No obstante, tras la presión de comunidades locales, la Corte Suprema dictaminó que la consulta era obligatoria para poder otorgar los permisos administrativos necesarios para la caracterización y rescate de los hallazgos arqueológicos.
Lo que preocupa a Statkraft es que el Consejo está evaluando la posibilidad de dejar los hallazgos arqueológicos en su lugar, lo que podría implicar la modificación del diseño de la obra y sentar un precedente perjudicial para futuros proyectos. González destaca que “lo que está pasando en Chile es grave”, señalando que los retrasos burocráticos y la falta de respuestas concretas desde el Estado afectan la confianza de los inversores.
Impacto en la inversión
El proyecto hidroeléctrico Los Lagos no solo enfrenta problemas de permisos, sino también ataques y vandalismo desde 2019. La obra ha sido blanco de 24 ataques, que incluyen cortes de caminos, árboles derribados y disparos, lo que ha afectado tanto a los trabajadores como a las empresas contratistas.
Desde la perspectiva del sector energético, este tipo de retrasos administrativos podría tener consecuencias negativas a largo plazo. Camilo Charme, director ejecutivo de Generadoras de Chile, advirtió que “la inversión en este sector requiere un trabajo de largo plazo que se construye sobre la base de la confianza”. Charme señaló que la modernización de las instituciones y la agilización de procesos administrativos son fundamentales para que Chile mantenga su competitividad en el desarrollo de energías renovables.