- La integración de la inteligencia artificial en la minería transforma los trabajos tradicionales, impulsando la automatización y generando nuevas oportunidades laborales. Verónica Garrido, gerente general de Teamclass, expone los desafíos y las competencias necesarias para el futuro del sector.
La industria minera enfrenta una transformación significativa con la incorporación de tecnologías 4.0 y la inteligencia artificial (IA), que están reconfigurando los perfiles laborales y la forma de operar. Según Verónica Garrido, gerente general de Teamclass, los trabajos más susceptibles de ser reemplazados son aquellos que pueden ser automatizados, como los camiones extractores, que han pasado de operar manualmente a funcionar de forma autónoma. Esta transición no solo mejora la eficiencia y la productividad, sino que también incrementa la seguridad en las operaciones.
Garrido menciona que las posiciones relacionadas con el monitoreo y control remoto, como los teleoperadores en Centros Integrales de Operación (CIO), también están en el centro de esta transformación. La capacidad de manejar operaciones desde la distancia se traduce en una continuidad operacional más segura y eficiente, minimizando los riesgos asociados con condiciones climáticas adversas y turnos largos en terrenos difíciles. “Esto representa un avance en la corresponsabilidad y en la calidad de vida laboral”, afirma.
La automatización promete facilitar una mayor inclusión laboral, permitiendo la participación de grupos que tradicionalmente han sido subrepresentados en el sector minero, como mujeres y personas en situación de discapacidad. La IA abre la puerta a un nuevo tipo de empleos, como mantenedores mecatrónicos, que combinan competencias en mecánica, electricidad, robótica y programación, y el rol de ingenieros de gestión en salas de control, que requieren habilidades analíticas y capacidad de toma de decisiones.
A medida que la IA se integra más en las operaciones mineras, los trabajadores deberán adquirir competencias en tecnologías emergentes y habilidades transversales, como el pensamiento crítico y la colaboración. Garrido destaca que existen programas de desarrollo de habilidades socioemocionales, como los que ofrece Teamclass, que se centran en la inclusión y el enfoque de género, esenciales en la industria actual.
El futuro de la minería en los próximos 10 a 20 años será un entorno donde la tecnología y los humanos coexistirán. Según un estudio de prospección minera realizado por la Corporación Clúster Minero de Antofagasta, se anticipa una demanda de 12.500 puestos en la próxima década, muchos de los cuales estarán enfocados en la minería 4.0. Estos nuevos roles demandarán competencias que permitan a los trabajadores tomar decisiones informadas basadas en el análisis de grandes volúmenes de datos.
Garrido subraya que la IA no es solo una herramienta; es un componente clave en la gestión diaria de la minería. “Debemos entrenarnos en la toma de decisiones éticas y conscientes”, enfatiza. Esto incluye una responsabilidad hacia el medio ambiente y la sociedad, en un contexto donde la minería juega un papel crítico en la lucha contra el cambio climático.