- Salvador Barrientos, Economista y Control de Gestión. Ecoinversión
El notable crecimiento del 9,1% en el Producto Interno Bruto (PIB) de la región de Tarapacá durante el trimestre abril-junio de 2024 pone de manifiesto la urgencia de desarrollar un barrio industrial que sea equivalente con La Negra en Antofagasta. Este aumento no es un evento aislado, sino un reflejo de un dinamismo constante en la economía regional, impulsada en gran medida por la industria minera.
Iquique ha sido tradicionalmente conocida por su Zona Franca (ZOFRI); sin embargo, el desarrollo de diversos proyectos mineros está transformando nuestro panorama económico. Con cerca del 20% de la producción nacional de cobre, la región se perfila como un actor relevante a nivel mundial. Proyecciones apuntan a que, para 2030, la producción de cobre fino superará el millón de toneladas, gracias a iniciativas como Collahuasi, Quebrada Blanca y el reinicio de Cerro Colorado.
En este contexto, Jorge Julio Robles, SEREMI de Economía, ha destacado que los buenos indicadores económicos son constantes, posicionando a Tarapacá como una región líder en el país. Sin embargo, esta realidad económica exige también un desarrollo estructural. Es crucial que construyamos una auténtica “tradición minera” en nuestra región, lo que implica establecer un barrio industrial de alto estándar, replicando el modelo exitoso del sector La Negra.
La propuesta de crear el “Barrio Los Industriales de Pozo Almonte” busca precisamente eso: generar un conglomerado industrial robusto que albergue empresas de todos los tamaños dedicadas a la minería. Contamos con la infraestructura necesaria —ductos, puertos y una amplia cartera de clientes— para convertirnos en un centro neurálgico del sector. No obstante, debemos avanzar en la creación de un ecosistema más sólido de proveedores, lo que requiere un esfuerzo conjunto entre el sector público y privado.
La colaboración es fundamental para trasladar el clúster minero actual, que se extiende desde Santiago hasta Shanghái, a nuestra región. Triplicar los esfuerzos para favorecer la relocalización de los proveedores de productos y servicios para la Gran Minería es indispensable. La creación del Barrio Los Industriales de Pozo Almonte, en sinergia con el Corredor Bioceánico y otros actores del desarrollo regional, podrían consolidar a Tarapacá como una potencia minera, tanto a nivel nacional como internacional.
El auge minero no sólo refleja el potencial de nuestra región, sino también la necesidad de actuar. Es el momento de dar el siguiente paso hacia la construcción de un futuro industrial que asegure la sostenibilidad y el crecimiento de Tarapacá en el mapa global.