- Dra. Lorena Cornejo, miembro SERC CHILE
El nexo agua-energía-alimentos constituye una interconexión fundamental para la sostenibilidad del planeta y un desafío particular para Chile. La creciente demanda de recursos naturales, exacerbada por el cambio climático y el crecimiento demográfico, ha puesto de manifiesto la fragilidad de este sistema. La interdependencia entre agua, energía y alimentos, ha emergido como uno de los desafíos más apremiantes del siglo XXI. En Chile, esta compleja relación se manifiesta de manera particular, dada nuestra geografía y modelo de desarrollo. Si bien se han realizado avances en la comprensión de este fenómeno, aún persisten brechas significativas que requieren una acción urgente y coordinada.
El nexo agua-energía-alimentos representa un sistema dinámico y complejo, que ha cobrado relevancia en la investigación y la acción académica, donde se requiere de una mayor profundidad en la búsqueda de soluciones innovadoras y sostenibles. En este contexto Chile, al igual que otros países, debe adoptar un enfoque proactivo para garantizar la seguridad alimentaria, la protección del medio ambiente y el bienestar de las futuras generaciones. Para ello, es fundamental fortalecer la gobernanza del agua, promover la transición hacia una economía circular, fomentar la investigación y la innovación en tecnologías limpias.
La transición hacia un modelo de desarrollo más sostenible requiere de la participación activa de la sociedad en su conjunto. La educación ambiental, la sensibilización de la población y la promoción de prácticas de consumo responsable son fundamentales. Las políticas públicas deben jugar un papel central en la gestión del nexo agua-energía-alimentos. Es necesario, establecer marcos regulatorios claros y promover incentivos para la adopción de tecnologías limpias y prácticas sostenibles.
La sequía prolongada que ha afectado a nuestro país, principalmente en el centro y norte, hace visible la vulnerabilidad de nuestro modelo productivo. La dependencia de la agricultura intensiva y la generación de energía a partir de fuentes fósiles han agravado la presión sobre los recursos hídricos. Es urgente diversificar nuestra matriz energética, promoviendo las energías renovables no convencionales y la eficiencia energética en todos los sectores. Asimismo, debemos impulsar una agricultura más sostenible, que utilice de manera eficiente el agua y los nutrientes adecuados que se adapten a las condiciones climáticas cambiantes. La colaboración internacional y la creación de redes de conocimiento son fundamentales para compartir experiencias y encontrar soluciones innovadoras. Con ello, es necesario invertir en educación y formación para capacitar a las nuevas generaciones en los desafíos y oportunidades del nexo.
Un sector que ofrece una interesante alternativa para enfrentar los desafíos del nexo en Chile es la acuicultura. Al producir alimentos en ambientes controlados, como estanques o jaulas, la acuicultura puede reducir significativamente el consumo de agua dulce en comparación con la agricultura tradicional. Además, al combinar la acuicultura con la energía solar fotovoltaica, es posible crear sistemas productivos altamente eficientes y sostenibles.
Un sistema de acuicultura en el norte de Chile, donde la radiación solar es abundante, lo hace ideal para utilizar paneles solares, generando la electricidad necesaria para bombear agua de mar hacia los estanques, oxigenar el agua y operar los sistemas de alimentación. Los residuos de los cultivos marinos podrían ser utilizados como fertilizante para la agricultura, cerrando así el ciclo de nutrientes. Este tipo de sistemas no solo contribuirían a la seguridad alimentaria, sino que también generarían empleos y promoverían el desarrollo de las comunidades costeras.
Un ejemplo tangible de cómo abordar de manera integrada el nexo agua-energía-alimentos se representa en el Proyecto de Referencia “Cultivo de camarón de río a través del uso intensivo de radiación solar, para el desarrollo sostenible del poblado de Camarones”, desarrollado por Ayllu Solar, iniciativa de SERC Chile e implementado en la comuna de Camarones, región de Arica y Parinacota. Este proyecto tuvo como objeto potenciar el desarrollo socio-económico del poblado mediante el cultivo de las especies acuícolas camarón de río (Cryphiops caementarius) y trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss), a través de la generación de condiciones óptimas del agua del río debido a su alto contenido de arsénico, la implementación de un sistema de recirculación y el aprovechamiento de la abundante radiación solar local como soporte energético y la eliminación del arsénico mediante reacción foto-química. La Cooperativa ACUISOL, fundada en el transcurso del proyecto Ayllu Solar, fue creada con la participación de pobladores de las localidades de Maquita, Taltape y del Poblado de Camarones. Este proyecto demuestra que existen soluciones innovadoras y sostenibles, que requieren de una respuesta integral y multidisciplinaria.
La implementación de proyectos innovadores en este ámbito subraya la importancia de un apoyo sostenido por parte de diversos actores. Garantizar su continuidad requiere un compromiso coordinado entre la academia, las instituciones públicas, las comunidades locales y los tomadores de decisiones. Además, es clave fortalecer las políticas públicas, promover la investigación interdisciplinaria y diversificar las fuentes de financiamiento. Solo con un enfoque integral será posible transformar estas iniciativas en soluciones duraderas que impulsen el desarrollo sostenible y la resiliencia de las comunidades frente a los desafíos del futuro.