- Tras el fallo del Tribunal Ambiental que ordena el cierre de Mina Alcaparrosa, Lundin Mining emitió una declaración pública.
Luego de que el Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta ordenara el cierre definitivo de la Mina Alcaparrosa y condenara a la Compañía Contractual Minera Ojos del Salado (MINOSAL) a ejecutar un plan integral de reparación, la compañía matriz Lundin Mining emitió una declaración pública señalando su posición frente a la resolución y precisando el alcance de sus operaciones en Chile.
El fallo judicial, dictado el 5 de septiembre de 2025, concluyó que la faena de Ojos del Salado provocó un daño crítico e irreversible al acuífero del río Copiapó, lo que derivó en el vaciamiento de aguas subterráneas, alteración de su morfología y deterioro en su calidad. La sentencia obliga al cierre definitivo de Mina Alcaparrosa y al cumplimiento de medidas como el relleno del socavón de 2022, la construcción de lagunas de infiltración, la transferencia de derechos de agua y el fortalecimiento de la infraestructura sanitaria rural de Tierra Amarilla.
En respuesta, Lundin Mining informó que acata la decisión y que Ojos del Salado deberá implementar las medidas ordenadas, incluyendo la recarga del acuífero, monitoreo permanente y proyectos de infraestructura hídrica en comunidades cercanas.
La compañía destacó que ha colaborado durante todo el proceso con los organismos reguladores, aportando estudios y tecnología de monitoreo. Además, precisó que las operaciones en Mina Alcaparrosa permanecen suspendidas desde el incidente de julio de 2022, cuando se produjo el socavón. En esa fecha, las reservas del yacimiento fueron retiradas de la declaración de la compañía y no forman parte de sus estimaciones de producción.
Lundin también aclaró que la situación no afecta a la mina Candelaria, su principal operación en Atacama, cuya producción proyectada para 2025 se mantiene entre 140.000 y 150.000 toneladas de cobre.
