- En un conversatorio sobre la reforma de la institucionalidad ambiental, especialistas destacaron la necesidad de priorizar proyectos estratégicos, como las líneas de transmisión eléctrica, para impulsar el desarrollo de Chile y avanzar en la descarbonización.
En el encuentro “Obras de interés nacional: Por una nueva institucionalidad ambiental 2.0 para acelerar el desarrollo de Chile”, expertos de diversos sectores debatieron sobre la reforma a la Ley de Bases Generales del Medio Ambiente. Esta iniciativa, conocida como “Evaluación Ambiental 2.0”, busca agilizar los procesos de aprobación de proyectos de inversión en el país, en especial los que son estratégicos para el desarrollo, como las líneas de transmisión eléctrica.
Arturo Le Blanc, gerente general de Transelec, destacó que las obras que ejecuta la empresa, como las de transmisión eléctrica y desalinización, son claves para la descarbonización y una minería más sustentable. “No se trata de bajar el nivel de protección ambiental, sino de agilizar y hacer coherente la evaluación de estos proyectos esenciales para el país”, afirmó. Le Blanc señaló que una línea de transmisión requiere actualmente más de 300 permisos sectoriales, lo que retrasa la ejecución de obras estratégicas.
Por su parte, Ricardo Díaz, de CONAF, subrayó la importancia de la colaboración temprana entre el sector público y privado para identificar los impactos ambientales de estos proyectos y reducir conflictos en etapas avanzadas del proceso. “La retroalimentación temprana es clave para anticipar problemas y mejorar la coordinación”, sostuvo.
Marcela Klein, consultora y ex jefa de la Oficina de Proyectos Sustentables del Ministerio de Economía, destacó la complejidad de evaluar proyectos de interés nacional. “La participación ciudadana se aplica de la misma manera a proyectos muy distintos, lo que no refleja las particularidades de obras estratégicas como las líneas de transmisión. Necesitamos una regulación adaptada a su naturaleza”.
La abogada Paulina Riquelme expresó sus críticas a la “Evaluación 2.0”, argumentando que el proyecto no despolitiza los procesos como debería y que es necesario implementar cambios más profundos. Riquelme sugirió la creación de una oficina dentro del Servicio de Evaluación Ambiental para guiar la evaluación de proyectos estratégicos, como las líneas de transmisión, dada su complejidad.
Finalmente, Robert Currie, director de Estrategia Ambiental en Azerta, resaltó que la ley ha avanzado con modificaciones importantes, como la figura de “proyectos urgentes”, que permitiría reducir los tiempos de tramitación de proyectos críticos en un 50%. Currie también destacó que para cumplir con las metas de descarbonización, es indispensable contar con la infraestructura necesaria para transportar la energía renovable que se está generando en Chile.