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- El mercado del litio enfrenta un 2025 con precios estabilizados tras una caída significativa, mientras la demanda por baterías continúa en aumento, impulsando la transición energética.
El litio, fundamental para la electromovilidad y las energías renovables, cerró 2024 con precios mínimos históricos. Según el informe de la Comisión Chilena del Cobre, el carbonato de litio se mantuvo en torno a los US$ 10.525 por tonelada durante el último trimestre del año pasado, marcando una caída del 36% respecto de inicios de 2024.
Sin embargo, el 2025 comienza con señales de estabilidad en los precios y un crecimiento proyectado en la demanda. Se espera que la demanda global alcance 1.394 millones de toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE), con un incremento del 22,9% frente a 2024. Este crecimiento está impulsado principalmente por el aumento en la producción de baterías para vehículos eléctricos, que representan el 65% del consumo proyectado para este año.
Chile sigue consolidándose como el líder en Sudamérica y el segundo mayor productor mundial, con una producción proyectada de 305 mil toneladas de LCE en 2025. Por su parte, China continúa dominando la refinación del litio, procesando cerca del 70% del total global, un clave aspecto en la cadena de valor de este metal.
A pesar de las expectativas de aumento en la demanda, el mercado del litio enfrenta un superávit de 141 mil toneladas para este año, un desafío que podría mantener los precios moderados en el corto plazo. Además, factores macroeconómicos, como la desaceleración económica en China y las políticas monetarias de Estados Unidos, añaden incertidumbre al comportamiento del mercado.
A mediano y largo plazo, el panorama es más optimista. Las proyecciones indican una recuperación gradual de los precios hacia finales de la década, reflejando la creciente importancia del litio en la transición energética global.
