- La Confederación del Cobre exigió el fin del subcontrato tras el accidente en El Teniente y responsabilizó al modelo de precarización laboral.
La Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) lamentó profundamente la muerte de Paulo Marín Tapia en el derrumbe ocurrido en el Proyecto Andesita de la División El Teniente y exigió atención médica inmediata para los heridos, apoyo a las familias y el fin de la subcontratación en labores permanentes de la minería. La organización calificó el modelo actual como “precarizador” y acusó que esta tragedia confirma una vez más el abandono estructural que enfrentan quienes trabajan externalizados en la gran minería.
Con pesar y “mucho dolor”, la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), junto a sus federaciones y sindicatos, expresó sus condolencias por el fallecimiento del trabajador Paulo Marín Tapia, quien prestaba servicios para la empresa Salfa Montajes al momento del derrumbe ocurrido el 31 de julio en el Proyecto Andesita de la División El Teniente de Codelco.
“Nos ponemos a entera disposición de su familia y de todos sus compañeros y compañeras, tanto de Salfa como de la División El Teniente”, señalaron desde la CTC, reafirmando su compromiso con los trabajadores afectados por este accidente.
La organización exigió además que se garantice la mejor atención médica y contención emocional para los lesionados y se mantenga activo el proceso de búsqueda y rescate de los cinco trabajadores aún no localizados. “Este proceso no puede concluir hasta encontrarlos”, recalcaron.
En el comunicado, la Confederación fue enfática en su denuncia: “Una tragedia laboral afecta nuevamente a trabajadores del subcontrato”, acusando que el sistema de externalización ha perpetuado condiciones laborales indignas que priorizan la reducción de costos por sobre la seguridad y el bienestar de los trabajadores.
“El subcontrato precariza no sólo los salarios, los beneficios y la estabilidad del empleo, sino también los recursos destinados a la seguridad y la prevención de accidentes”, señala el documento, recordando además que el Convenio 176 de la OIT sobre seguridad en minas, promulgado en Chile en agosto de 2024, no ha logrado revertir esta realidad.
Para la CTC, este accidente puede representar un punto de inflexión: “Puede ser la gota que rebalsa el vaso de la paciencia de los y las trabajadoras”, advierten, al tiempo que insisten en tres principios clave:
- Las personas son la verdadera riqueza del país.
- La vida no puede dividirse en categorías según el tipo de contrato.
- Las labores permanentes deben ser realizadas con contratación directa.
Finalmente, la organización hace un llamado claro: “Esperamos que el Gobierno y las autoridades reaccionen en consecuencia”, cerrando un comunicado que no solo busca justicia para los afectados, sino que también reabre el debate de fondo sobre la organización laboral en la minería estatal.