- Codelco, la mayor productora de cobre del mundo, enfrenta la presión de clientes globales para demostrar sus credenciales sostenibles. La empresa estatal está invirtiendo en iniciativas verdes, como autobuses eléctricos y reciclaje de materiales, en su mina El Teniente, aunque los beneficios ambientales aún son inciertos.
Codelco, la estatal chilena y principal productora de cobre a nivel mundial, redobla sus esfuerzos para mejorar su imagen verde en respuesta a la creciente demanda de sostenibilidad por parte de sus clientes internacionales. A medida que las industrias dependientes del cobre, como la automotriz y la energética, buscan materiales trazables y ambientalmente responsables, la presión sobre Codelco para demostrar prácticas mineras sostenibles ha aumentado.
El foco de esta transformación se centra en la mina El Teniente, ubicada a 75 kilómetros al sur de Santiago, la mina subterránea de cobre más grande del mundo. Aquí, la compañía ha implementado un conjunto de medidas que, aunque simbólicas en algunos casos, buscan reducir el impacto ambiental de sus operaciones.
Uno de los pilares de esta iniciativa es la incorporación de una flota de 100 autobuses eléctricos, convertidos desde su funcionamiento original a diésel. Estos vehículos transportan diariamente a los trabajadores desde la cercana ciudad de Rancagua y se utilizan dentro de los túneles de la mina, contribuyendo a una mejora en la calidad del aire en las áreas subterráneas.
“Esta flota nos permite evitar alrededor de 3.000 toneladas de CO2 al año”, señaló Ricardo Repenning, cofundador de Reborn, la empresa local encargada de la conversión de los autobuses. Además de los beneficios ambientales directos, estos autobuses también mejoran las condiciones laborales dentro de la mina, un paso hacia la mejora en las prácticas de la industria minera.
Sin embargo, la magnitud real del impacto ambiental de estas medidas aún está por determinarse. Según Patricia Muñoz, economista del Departamento de Ingeniería en Minas de la Universidad de Santiago, “el beneficio es todavía marginal, pero al menos es un punto de partida”. Este comentario resalta las críticas en torno a si estos esfuerzos son suficientes para contrarrestar los impactos negativos propios a la minería del cobre, como el uso intensivo de agua y la generación de residuos tóxicos.
Además de la electrificación del transporte, Codelco está reciclando materiales como pernos, mallas y ruedas para reutilizarlos en sus operaciones, un proceso que, aunque más costoso, busca reducir los “pasivos ambientales” asociados con la minería. Andrés Music, gerente general de la mina El Teniente, explicó que, aunque los costos de transporte adicionales hacen que el reciclaje sea más caro, la empresa está comprometida con la eficiencia y la responsabilidad ambiental a largo plazo.
En paralelo, Codelco colabora con el gobierno en un proyecto de vivero y centro de investigación para producir especies nativas, incluidas plantas de cactus en peligro de extinción, con el objetivo de regenerar áreas afectadas por los tranques. Iván Quiroz, jefe del Centro de Investigación de Ecosistemas Mediterráneos (CEIEM), está a cargo de la producción de un millón de plantas nativas. “Queremos ayudar en la recuperación de los familiares con diferentes especies”, comentó Quiroz, destacando la importancia de estabilizar y rehabilitar estos terrenos para prevenir la dispersión de materiales tóxicos.
Aunque la apuesta por la sostenibilidad tiene un componente de relaciones públicas, también responde a una necesidad real de la industria minera de adaptarse a las exigencias de los mercados globales. Certificaciones como “The Copper Mark”, que garantizan credenciales sostenibles, se han vuelto cada vez más relevantes para los clientes, especialmente en sectores que impulsan la transición hacia tecnologías limpias.