- La Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) concluyó su investigación sobre el colapso en la Mina Alcaparrosa, atribuido a extracciones no autorizadas que afectaron el acuífero del río Copiapó. Como resultado, se decretó la clausura definitiva de la mina y una multa superior a US$ 3.360 millones.
Tras casi tres años de investigación, la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) confirmó las sanciones contra la Mina Alcaparrosa, operada por Compañía Contractual Ojos del Salado, por la generación de un socavón de más de 60 metros de profundidad a menos de un kilómetro de la zona urbana de Tierra Amarilla, en la Región de Atacama. La resolución establece la clausura total y definitiva de las operaciones, junto a una multa de 4.160 UTA (equivalente a más de US$ 3.360 millones).
La investigación de la SMA determinó que la empresa explotó sectores no autorizados, afectando la estabilidad geológica y provocando infiltraciones en el acuífero del río Copiapó, un recurso catalogado como escaso y restringido. Según la Superintendenta Marie Claude Plumer, “el titular intervino sectores no autorizados, generando una condición de mayor infiltración de aguas y el consiguiente debilitamiento del macizo rocoso”. Esto derivó en la aparición de un socavón de 49 metros de diámetro y 60 metros de profundidad.
La minera Compañía Contractual Ojos del Salado, responsable del proyecto, es controlada en un 80% por Lundin Mining y en un 20% por Sumitomo Corporation. La mina Alcaparrosa formaba parte del complejo Ojos del Salado, junto con la mina Santos.
La Superintendenta enfatizó que “las intervenciones realizadas por la empresa provocaron un daño ambiental irreparable sobre el acuífero” y destacó la importancia del cumplimiento de las condiciones establecidas en los permisos ambientales. “Los titulares de proyectos son conscientes de las condiciones establecidas en sus autorizaciones. Acá, las reglas son claras y deben ser cumplidas”, agregó.
El proyecto original de la Mina Alcaparrosa, aprobado mediante la RCA N°158/2017, permitía la extensión de la vida útil de la mina hasta 2022 sin incorporar nuevas obras. Sin embargo, en 2021, la empresa obtuvo la RCA N°163/2021, que extendía la operación hasta 2025 con nuevas reservas de mineral. Fue en este contexto que se generó el colapso del macizo rocoso.