- El anuncio de Mendoza sobre “Costo Cero” para exploración minera refuerza la atracción de Argentina para los inversionistas. Expertos advierten que las altas cargas tributarias en Chile están desplazando inversiones clave hacia el país vecino.
Argentina está consolidando su posición como un destino preferido para las inversiones mineras, gracias a iniciativas como la de Mendoza, que anunció la eliminación de costos asociados a la exploración minera. Esta medida, conocida como “Costo Cero”, está diseñada para atraer capital extranjero, especialmente en proyectos junior que buscan nuevos yacimientos para explotar en el mediano y largo plazo.
Manuel Viera, presidente de la Cámara Chilena de Minería, destaca el atractivo de estas políticas procrecimiento. “Las regiones mineras de Argentina tienen una política de Estado procrecimiento, atrayendo nuevos inversores. Esto define el futuro de la minería a largo plazo”, señaló Viera. Además, mencionó que empresas como BHP y AMSA están redirigiendo sus inversiones hacia el país vecino, una tendencia que considera preocupante para Chile.
Patricia Esparza, académica de la Escuela de Ingeniería Comercial de la UDLA, complementa esta visión al señalar que los inversionistas internacionales son particularmente sensibles a los impuestos y aranceles. “Lo que se plantea en Mendoza hace altamente atractivo invertir allí, pues mejora los márgenes operativos y netos de las explotaciones mineras. Esto hace que la minería chilena sea relativamente más cara y menos rentable”, indicó Esparza.
Además del beneficio económico directo, Esparza resalta que provincias como Mendoza y Salta tienen un fuerte potencial para atraer inversiones en minería sustentable. “Hay interés de los inversionistas australianos en proyectos vinculados a metales para baterías y cobre. Mendoza también cuenta con un atractivo turístico que la convierte en una región ideal para nuevas operaciones”, agregó.
Mientras tanto, Chile enfrenta una realidad adversa. Las recientes alzas en la carga tributaria y los costos laborales, que se han incrementado en un 8.5%, están afectando su competitividad. Esto genera una fuga de capitales hacia Argentina y otros mercados más favorables. “¿Acaso esto no es un mensaje para nuestras autoridades?”, cuestionó Viera, enfatizando la urgencia de revisar las políticas nacionales.
El impacto de esta situación no se limita a la industria minera. Como destaca Esparza, “la pérdida de inversiones también afecta a los servicios complementarios que generan empleo y proveen flujo económico a las familias en las regiones”. Este contexto subraya la necesidad de que Chile adopte medidas urgentes para evitar una mayor pérdida de competitividad en el sector minero.
El desplazamiento de inversiones hacia Argentina plantea un desafío directo para Chile, que debe reconsiderar su estrategia para mantener su posición como líder en la industria minera global.