- Panorama negativo para la minería chilena en la explotación de recursos críticos.
La minería chilena se encuentra en un complicado panorama, enfrentando una serie de desafíos y oportunidades en medio de la transición hacia una economía más sostenible. Por tradición y por años, el principal producto y sostenedor de la economía chilena es el cobre. Sin embargo, los últimos datos revelan una tendencia preocupante: la producción de cobre en Chile disminuyó un 1,3% en 2023, según datos de Cochilco. Este declive, impulsado en gran medida por los malos resultados de Codelco, la principal empresa estatal de la industria.
Los números son claros: la producción de Codelco cayó un 8,3% durante el mismo período. Divisiones como Chuquicamata, Radomiro Tomic y Ministro Hales presentaron caídas del 4,5%, mientras que Andina y El Teniente disminuyeron en un 7,1% y un 13,2% respectivamente.
La minera Gaby -también de Codelco- mostró, igualmente, cifras negativas. Así, si en 2022 produjo 109,5 mil toneladas, en 2023 solo llegó a las 105,8 mil. Su variación fue de -3,3%. Pero el caso más dramático fue el de la división el Salvador, ubicada en la región de Atacama. Su producción, en 2022, alcanzó las 32,2 mil toneladas, mientras que en 2023 apenas llegó a las 13 mil; es decir, menos de la mitad. Con esto, la caída en la obtención de cobre fue de un 59,5%.
Estos datos reflejan una contracción significativa en una industria que históricamente ha sido uno de los principales motores de la economía chilena.
No obstante, no todo son malas noticias. El sector privado de la industria minera mostró resultados mixtos en el mismo período. Escondida, la mina más grande del país, logró un aumento del 4,5% en su producción de cobre, mientras que Collahuasi experimentó un modesto incremento del 0,4%. Los Pelambres destacó con un crecimiento del 9,3%.
Deterioro del Entorno Empresarial
El panorama no es más alentador para la consultora británica Capital Economics, la que entrega un lapidario análisis sobre el futuro de la minería chilena. El informe plantea serias dudas sobre la capacidad del país para beneficiarse plenamente de la transición verde, señalando obstáculos significativos en la producción de minerales críticos como el cobre y el litio. Se estima que el crecimiento anual de la producción de cobre y litio en Chile será modesto, aproximadamente del 1,3% y 4% interanual respectivamente, en promedio hasta 2030.
Una de las principales preocupaciones es la dificultad de ascender en la cadena de valor de la tecnología verde. Chile enfrenta problemas en el entorno empresarial minero, como mayores regalías y un proceso de permisos complejo y largo, que podrían obstaculizar sus esfuerzos por aumentar su participación en la producción de tecnologías verdes.
Aunque sin el rol histórico al que nos tenía acostumbrados la minería nacional, se espera que la economía chilena continúe creciendo en los próximos años, con un promedio de crecimiento del 2,5-2,8% durante el resto de la década. Esto implica que Chile superará a la mayoría de las economías de la región, aunque su crecimiento será más débil que en la mayoría de los mercados emergentes de Asia.