- Con un campamento de invierno que unió cultura, naturaleza y educación, Lomas Bayas celebró 27 años fortaleciendo su compromiso con Antofagasta.
En su aniversario número 27, Compañía Minera Lomas Bayas optó por conmemorar su historia no con discursos, sino con acción territorial concreta: impulsó un campamento educativo que reunió a más de cien estudiantes del Liceo Politécnico Los Arenales, promoviendo el aprendizaje desde la experiencia, la conexión con el entorno y el fortalecimiento de la identidad regional.
La celebración incluyó una semana intensa de actividades dentro del Campamento de Invierno 2025, parte del programa Semillero LomasLab, donde los jóvenes vivieron una experiencia que combinó cultura, recreación y reflexión social. La iniciativa fue organizada en alianza con el establecimiento educacional y buscó construir comunidad, sembrar futuro y reforzar valores como el trabajo en equipo.
“Fue una experiencia transformadora, no solo por su excelente organización, sino por el impacto real en nuestros estudiantes”, señaló Gary Muñoz Villena, director del liceo. “Muchos vivieron por primera vez momentos simples pero significativos, como visitar un museo o comer en un restaurante. La educación también se construye fuera del aula, y este campamento lo demostró con creces”.
Entre las actividades destacaron recorridos por Mejillones, trekking en la Reserva Nacional La Chimba, exploraciones a las Ruinas de Huanchaca, cine y un festival recreativo. Todo, con el objetivo de fomentar el sentido de pertenencia, el conocimiento del territorio y el desarrollo emocional de los participantes.
“Creemos profundamente en el poder transformador de la educación. Elegimos estar en el Liceo Los Arenales, inserto en una zona con desafíos reales, donde nuestro aporte puede marcar la diferencia”, indicó Jorge Sáenz-Diez, gerente general de Minera Lomas Bayas. “Cada esfuerzo que hagamos puede cambiar una vida”.
La iniciativa fue reconocida también por las autoridades culturales. “Estas actividades fortalecen la identidad regional de nuestros jóvenes, al conectarlos con la historia y el entorno”, señaló Carla Julio, seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Los propios estudiantes fueron protagonistas de esta experiencia transformadora. Para Estrella Arteaga, la vivencia le permitió “conectar con la naturaleza, superar miedos y conocer personas nuevas”. Mientras que Dylan Alfaro destacó la combinación de “trekking, historia y minería” como una forma enriquecedora de aprender. Otros, como Kemely Álvarez y Kiamara García, valoraron descubrir la historia del salitre, las ruinas y la riqueza cultural de la región.